Parroquial

Celebremos la Cuaresma y la Pascua

La Cuaresma y la Pascua conforman un único tiempo de renovación interior, una auténtica primavera espiritual de la Iglesia y de cada cristiano, que se inicia con un camino de conversión, culmina en la alegrñia pascual y se transforma en anuncio misionero de la Vida nueva del Resucitado. Las páginas de este libro nos ofrecen reflexiones, celebraciones y explicaciones sobre los símbolos y personajes propios de este tiempo litúrgico, con la intención de ayudarnos a comprender, profundizar y celebrar mejor el misterio central de nuestra fe: la Muerte y Resurrección de Jesucristo.

Celebremos la Misa

Partiendo del análisis de la celebración de una fiesta familiar, y teniendo en cuenta los matices propios de cada tiempo litúrgico, el P. Odorissio nos ayuda a descubrir que la misa es, ante todo, una comida fraterna, pero también una fiesta, porque en ella se renueva el centro de nuestra fe: la Pascua de Jesús. Además, con profundo espíritu práctico, nos ofrece indicaciones concretas para organizar la liturgia eucarística y esquemas de celebraciones destidas a aquellas comunidades donde no es posible la presencia continua de un sacerdote.

Celebremos la Pascua y Pentecostés

Hoy, como en el primer Pentecostés de la Iglesia, Jesús quiere revestirnos con su fuerza, quiere hacernos viento y fuego que mantenga encendida su Presencia en medio de los hombres. Las reflexiones, los símboloes, los personajes y las celebraciones que ofrecen estas páginas, nos introducen en la gran fiesta de nuestra esperanza y renuevan nuestra vida personal y comunitaria para que, con alegría podamos anunciar hasta los confines de la tierra que la vida venció a la muerte, que Cristo vive, y que su Espíritu, colmado de dones, nos acompaña.

Celebremos la Reconciliación

Una revisión de la práctica del sacramento que comúnmente se conoce como confesión. Se ofrece una serie de esqemas celebrativos del sacramento, adecuados a los diferentes tipos de personas y situaciones, poniendo el acento en la condicion de encuentro entre el Dios Padre misericordioso y el hombre débil, pecador, necesitado de acogida, condición central en todo proceso de reconciliación.

Celebremos la Vida

Estas celebraciones sencillas, breves y didácticas, nos descubren la riqueza y el espacio de santidad que habita en nosotros y en las cosas más simples de la vida. Todas ellas se realizan en torno a un símbolo de lo cotidiano que, junto a dos velas de bendición, honran nuestro pasado y preparan un futuro más pleno. Pueden realizarse en familia, entre amigos, en comunidades y especialmente en encuentros catequísticos.