Espiritualidad

La crisis de disminución numérica y envejecimiento que estamos viviendo en la vida consagrada, ¿es sin más una experiencia de derrumbe y fracaso, como apuntan los críticos de la vida religiosa, o es una oportunidad para alumbrar un nuevo futuro?

El autor, gran conocedor de esta forma de vida, quiere dar una respuesta a esta pregunta, interpretando lo que está sucediendo y proponiendo un cambio radical de actitudes y estrategias: un verdadero proceso terapéutico.

"Que el P. Jacques Hamel, desde el cielo, nos acompañe. Debemos rezarle -¡es mártir!, y los mártires son Beatos-. Debemos rezarle, para que nos envíe la mansedumbre, la fraternidad, la paz... y también la valentía de decir la verdad: asesinar en nombre de Dios es Satánico" (Papa Francisco).

"En esta biografía, es el propio cardenal en persona quien habla de sí y presenta, con humildad y sencillez, su visión del mundo, de la fe, de la vida".

"Hoy hay muchos que consideran a Tagle uno de los cardenales más cercanos al estilo y al magisterio del actual papa Francisco, como se desprende de los numerosos cargos que el apa le ha asignado.

Y esto no sorprende: tanto en su modo de hacer como en sus palabras, se nota en él la misma sencillez y afabilidad en las relaciones con quienes le rodean que hemos aprendido a apreciar en el papa Francisco".

La sed de Dios es la fuerza interior que movió apasionadamente el corazón de la madre Teresa de Calcuta para realizar tantas cosas a lo largo de su vida. El secreto y la clave de su vida fue, precisamente, esa búsqueda espiritual que no fue fácil para ella. Sabemos de sus dificultades espirituales. La sed de Dios la llevó, como ella decía, a "amar a los demás como Dios me ama a mí". En esa certeza, siguió adelante en su difícil búsqueda comprendiendo en profundidad la presencia de Dios entre los más pobres de los pobres.

Santa Teresa de Calcuta vivió con los hechos lo que predicó con sus palabras. Su corazón, lleno de amor y compasión, activó sus manos para servir a los más pobres de entre los pobres. De la misma manera, aquellos a quienes sus manos sirvieron, fueron llenando su corazón de un amor cada vez mayor.

En este sencillo libro se ofrece una semblanza de la Santa y un conjunto de pensamientos sobre la Caridad.

La misericordia constituye un escenario del todo peculiar en el cual la figura de María adquiere un destacado protagonismo y ejemplaridad.

En el contexto del Jubileo de la Misericordia -convocado por el papa Francisco-, nos sentimos invitados no solo a contemplar la misericordia de nuestro Dios y su reflejo en la Iglesia y en nosotros, sino también a poner nuestros ojos en María -Madre de Jesús y madre nuestra- como icono de la misericordia de Dios.

El drama de los refugiados que llaman a las puertas de Europa es, tal vez, uno de los dramas humanos más importantes que está teniendo lugar en estos momentos. Es un tema actual, sin duda. Un tema "caliente" que está dando mucho que pensar y que hablar. El papa Francisco ha dicho que estamos ante la crisis humanitaria más importante acontecida en la historia después de la Segunda Guerra Mundial.

Nacidas de los labios de Jesús, las obras de misericordia han sido propuestas por el papa Francisco como algo importante a tener en cuenta en el Año Jubilar de la Misericordia.

Nunca se insistirá lo suficiente en que el examen del amor no es un examen teórico, sino práctico. Los cristianos bien sabemos que el Dios hecho hombre, carne de nuestra carne, nos invita a amar en lo concreto. Este libro quiere ser una ayuda no solo para conocer mejor las tradicionales obras de misericordia y hacerlas actuales, sino para vivirlas y realizarlas comprometidamente en la vida cotidiana.

El papa Francisco ha convocado a la Iglesia a un Jubileo Extraordinario. Un Año Santo de la Misericordia en el que nos invita a vivir con ilusión y empeño un año del todo especial.

El profeta Elías y su trayectoria son el hilo conductor de las meditaciones que se ofrecen en estos ejercicios predicados con maestría y originalidad, en forma de Lectio Divina, por el carmelita Bruno Secondin al papa Francisco y a los miembros de la Curia romana en la cuaresma del año 2015.