La relación entre generaciones en la vida consagrada es un tema actual. Como en nuestras sociedades, una generación sucede a otra. Mientras, coexisten y conviven. Se hallan en relación, aunque no siempre de manera pacífica. Sin embargo, las generaciones no son islas. Una no puede existir sin las otras. El diálogo, la escucha y la profundización en la comunión se convierten para las personas consagradas en desafíos cotidianos. Estamos llamados, por nuestra consagración, a
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