El rostro de Cristo se puede contemplar desde distintos ángulos o con distintas miradas. Para el discípulo, todas son sugestivas y de todas aprende. Partiendo de la convicción de que el rostro de Cristo es el espejo del rostro de cada ser humano, el autor nos invita a descubrir en él el camino hacia lo mejor de nosotros mismos.El presente libro se detiene en algunas actitudes de Jesús como contenido concreto de su vida y como inspiración para sus seguidores. Una invitación al seguimiento y a la contemplación de Jesucristo, en quien se revela y realiza nuestra mejor humanidad.
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[1] http://www.publicacionesclaretianas.com/fernandez-bonifacio