En el momento actual de las Iglesias particulares es absolutamente necesario establecer una "mutua relación" con los seglares en la vida y en la misión. Nos han caracterizado a los religiosos nuestras "exageraciones proféticas". Pongámonos incondicional y desinteresadamente al servicio de nuestros hermanos, al servicio de la vocación cristiana. El Espíritu hará reflorecer la vida de aquellos institutos que supieron vivir para los demás y ser liberadores de sus hermanos.
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[1] http://www.publicacionesclaretianas.com/severino-maria-alonso