La mística hace de las personas consagradas “mujeres y hombres de Dios”. La búsqueda de esa “otra dimensión” cualifica y da auténtico sentido a esta forma de vida, convirtiéndola en un testimonio elocuente de Dios en nuestras sociedades. Es necesario volver una y otra vez sobre este tema esencial. No hay testimonio sin una mística o búsqueda de Dios que se haga vida concreta. Por sus frutos conocemos esta mística carismáticamente plural que se traduce en creatividad misionera e iniciativas pastorales múltiples.
La 40ª Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada ha profundizado una vez más en este tema tan nuclear y nos presenta este significativo volumen en el que se recoge la reflexión más actual sobre la materia.
Enlaces:
[1] http://www.publicacionesclaretianas.com/jose-cristo-rey-garcia-paredes