Hay una perspectiva fundamental en la exhortación Vita consecrata que -a modo de ver del autor- merece ser más atendida y desarrollada de lo que ha sido hasta ahora y es la perspectiva de la filocalia, del amor a la Belleza como gran razón de ser de esta forma de vida.
¿Sigue siendo la Belleza de Dios, y de su presencia en el mundo, la gran seducción que hace nacer y renacer constantemente a la vida consagrada? Si esto es así,, ¿no deberíamos iniciar en este nuevo tiempo un relato nuevo de fascinación y encanto?
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[1] http://www.publicacionesclaretianas.com/jose-cristo-rey-garcia-paredes