Enseñar al que no sabe, la primera obra de misericordia espiritual, ha de poner el acento en la vinculación entre la educación y el amor.
Enseñar no se reduce a aportar conocimientos, se refiere a hacer que el otro saque lo mejor que lleva dentro y fructifique abriéndose a nuevos aprendizajes. Más que de "enseñar" y "aprender" hemos de hablar de "educar".
La educación es un derecho básico que se funda en la dignidad humana. y no puede ser ajena a la adhesión a la fe en Jesucristo.
El presente ensayo se acerca a la cuestión desde una perspectiva actual queriendo responder a una correcta y renovada comprensión de esta importante obra de misericordia.
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[1] http://www.publicacionesclaretianas.com/julio-luis-martinez